CONSEJOS A LAS FAMILIAS
10
1
Apoya a tu escuela.
Considera
la escuela de tus hijos e hijas como tuya, no la critiques delante de
ellos o ellas, acércate a hablar con el profesorado cada vez que lo
necesites, pide explicaciones, entérate de lo que trabajan, participa en
la AMPA, en el Consejo Escolar, en las tutorías… vive el centro
educativo de tus hijos o hijas como un lugar que ayuda a la educación y
facilita la labor de las familias.
2
Fija con claridad los límites de lo que pueden hacer y no tus hijos.
Establece
normas que sirvan como modelos y guías de conductas. No temas a decir
que NO. No amenaces con castigos que no puedan llegar a efectuarse,
intenta llegar a una negociación, establece contratos para los horarios,
para las tareas…
3
No pretendas ser un modelo de sabiduría, sino de aprendizaje.
Si
algo te preguntan y no lo sabes, no te preocupes, ayúdales a buscarlo,
encuentra con ellos la satisfacción del trabajo que habéis construido
entre los dos, así irás educándolos en el trabajo cooperativo y en que
es más importante tener las herramientas para aprender que saber de
todo.Valora el placer de superar conjuntamente una dificultad.
4
Léele a tus hijos e hijas cada día.
Es
importante encontrar ese tiempo para tener un contacto familiar y hacer
una tarea común. Es importante hacerlos crecer en un ambiente en el que
la lectura esté presente, en el que se le dé a los libros la
importancia necesaria para la educación permanente de las personas. Que
la biblioteca del hogar sea un lugar importante en la casa, con estantes
dedicados a ellos y como un lugar en continuo crecimiento, que no sea
un adorno del mueble.
5
No te apresures a ayudarlos cuando tienen un problema con sus deberes.
Es
importante que vean las dificultades, no importa el fracaso si
disponemos de posibilidad de reintentar el éxito con más recursos.
Permitid que se aburran ya que esta circunstancia puede llegar a ser
ocasión de muchos aprendizajes. Permitid que aprendan a buscar motivos
para su diversión, que haya silencios, que haya espacios en los que no
tengan nada que hacer, ni ver, ni oír…
6
Cuanto le puedas decir con una frase, no se lo digas con un gesto.
Háblales,
razónales lo que haces y razónales el porqué de sus comportamientos. Si
desde pequeños se acostumbran a escuchar razonamientos, aprenderán a
razonar por ellos mismos y evitarás enojos innecesarios. No impongas
nada que no esté justificado, hazlos partícipes de su propio aprendizaje.
7
No ensalces su inteligencia, sino su capacidad de trabajo.
El
aprecio del esfuerzo es la higiene de la voluntad. Hagamos que se
valore a las personas por su trabajo y no por su inteligencia, creemos
la capacidad del trabajo en equipo como medio de aunar esfuerzos y de
sumar hacia el éxito en el grupo.
8
Ayúdales
a apreciar el placer de las cosas difíciles y, especialmente, el del
mantenimiento de la fidelidad a la palabra dada a los otros y a uno
mismo.
La
confianza en las propias capacidades contribuye al éxito. No comecntes,
delante de ellos, que “eso” es muy difícil, que los niños no pueden con
esa materia o con algún problema o tarea determinada. Créales siempre
expectativas de futuro con éxito. Anímalos a buscar en distintas fuentes
del saber, a trabajar para superarlo, anímales a comprender que el
tiempo pausado para aprender a comprender es garantía de éxito en el
aprendizaje.
9
Hazles entender que continúa siendo imposible clavar un clavo en Internet.
El
trabajo manual es importante, no todo lo podemos hacer con los medios
de Internet. Anímalos a tocar un instrumento musical, aprenderán a
objetivizar su esfuerzo en sus resultados y a estimar la objetividad del
saber. Pon los medios para que jueguen en la calle, con sus amigos, que
corran, salten, monten en bici…
10
Recuerda que tuviste un hijo o hija, no un alumno o alumna.
Es
importante que las familias colaboren con la escuela, pero no siempre
los padres y los maestros o maestras ven las cosas de la misma forma.
Los padres y madres deben ser capaces de entender sus límites y deben
apoyar la tarea del profesorado, de esta forma la educación del alumnado
se verá más íntegra.
Es
necesario construir una comunidad que eduque, que tenga en cuenta los
valores que hay que transmitir a la infancia para obtener después una
sociedad más justa, más solidaria, más democrática, más inclusiva…
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